domingo, 9 de noviembre de 2008

Amor... el razimo nace: del miedo, de la ignorancia y la bestialidad


He partido del principio que la lucha contra el razismo comienza con la educaciòn. Se pueden educar los niños, no los adultos. Es por esta consideraciòn que cuànto he escrito ha estado pensado con una preocupaciòn pedagògica.


La lucha contra el razismo debe ser un reflejo cotidiano. No bajar nunca la guardia. Se necesita comenzar dando el ejemplo y haciendo atenciòn a las palabras que se usan. Las palabras son peligrosas. Ciertas vienen usadas para herir y humillar, para alimentar la desconfiancia y hasta el odio. La lucha contra el razismo comienza con un trabajo sobre el lenguaje. Esta lucha de una parte invita a la voluntad, perseverancia è inmaginaciòn. No basta indignarse de frente a un discurso ò a un comportamiento razista. Se necesita actuar, no darle espacio a una deriva de caràcter razista. Si uno deja correr y deja que digan, permite al razismo de prosperar y desarrollarse tambièn entre las personas que hubieran podido facilmente evitar de abandonarse a aquèl flagelo. Si no se reacciona, y no se actùa, se hace el razismo banal y arrogante. Cuando regreses a la escuela mira ben todos tus compañeros y notaràs que son todos diferentes entre ellos, y esta diferencia es una cosa bella. Es una buena ocasiòn para la humanidad. Esos escolares vienen de horizontes diferentes, son capaces de darte cosas que no tienes, como tù puedes darle algo que ellos no conocen. La mezcla es un enrriquecimiento recìproco. Sabes al final que cada cara es un milagro. Y ùnica. No podràs nunca encontrar dos caras absolutamente idènticas. No tienen importancialo bello y lo feo: son cosas relativas. Cada cara es sìmbolo de la vida, y cada vida merece respeto. Nadie tiene el derecho de humillar a otra persona. Cada uno tiene el derecho a su propia dignidad. Con el respeto de cada uno se hace homenaje a la vida en todo lo que tiene de bello, de maravilloso, de diferente y de inesperado. Se da testimonio de respeto por si mismo al tratar a los otros con dignidad.


Del libro "IL RAZZISMO SPIEGATO A MIA FIGLIA", del autor TAHAR BEN JELLOUN
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4 comentarios:

caminante dijo...

excelente tu espacio judith y lo que dices. tenemos mas dinero, conquistamos el espacio, somos dueños del poder y todo lo otro va quedando envuelto en falsas y debiles formas...amor, siempre el amor lo pones delante, que bien. abrazos.

Yuya dijo...

Hola caminante!
Creo que el amor sea la fuente de la felicidad, bastarìa poco...!!!
Gracias por dejar tus huellas, ahora voy a pasar por tu blog.

Un saludo,yuya:)

Sofia dijo...

Ola Yuya,

Este tema es muy delicado. Cada vez que hablo con los amigos, siempre hay muchos puntos de vista.
Yo no soy racista, pero cada vez más pienso y hablo principalmente de Portugal, que el racismo es el mayor en las personas de raça negra, pasa mucho aquí, la gente negra son muy racistas en relación con los blancos, pero también cree que "cada cabeza su sentença" depende en gran medida de la educación, la vida y se han creado y cada caso es un caso ... pero, por desgracia, este mundo está lleno de racismo.
Es triste, ma verdad!

Beijos
Sofia

Yuya dijo...

sofi, existe tambièn entre los mismos negros, porque ellos mismos no se quieren, pero si podemos dar el ejemplo, la nueva generaciòn crece con menos prejuicios. Lo se que es un trabajo duro y difìcil para algunos, pero aunque si no alcanza un 100%, que serà pràcticamente imposible, al menos seremos en menorìa, ho a mitad, y ya serìa un grande paso.

Con afecto,yuya:)
Buen regreso...